MEDIDAS DE CUIDADO

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Compromiso de uso responsable de los vehículos institucionales del IMBIV

Actualmente, los vehículos de IMBIV acumulan una considerable cantidad de kilómetros recorridos durante largos períodos de uso intensivo. La delicada situación presupuestaria del Instituto dificulta brindar el mantenimiento que los mismos demandan y torna prácticamente imposible afrontar el costo de reparaciones mayores en ellos. Por esto, la entrega/recepción de los vehículos reservados sólo será posible luego de que el/los usuario/s preste/n conformidad a cumplir con un conjunto de cuidados mínimos durante su utilización.

A continuación, se extraen del protocolo los cuidados requeridos para el uso de los vehículos, desde la toma de posesión hasta su devolución, y se profundiza, particularmente, en aquellos a tener en cuenta durante el viaje. Antes de comenzar el viaje:

  • 1. Verificar los niveles de los fluidos: líquido refrigerante (no hacerlo con el motor

caliente); aceite del motor; líquidos limpia-parabrisas, de frenos, embrague e hidráulico. Prestar especial atención si permanece encendido algún testigo de alerta en el tablero luego de dar arranque.

  • 2. Revisar la presión de los neumáticos, incluido el de auxilio, y el funcionamiento de las

luces. Asegurarse de que las luces del vehículo funcionen es responsabilidad del usuario, por lo que se recomienda particularmente revisar su encendido al tomar posesión del vehículo.

  • 3. Corroborar la presencia y la funcionalidad de los elementos de emergencia y seguridad:

extintor (comprobar vigencia), juego de balizas, chaleco reflectante, crique o gato y llave para ruedas, taco de madera para apoyar el crique en terrenos inestables.

  • 4. Asegurarse de contar con la documentación reglamentaria para circular: licencia de

conducir, cédula única de identificación del vehículo (cédula verde), tarjeta de circulación del seguro, autorización para conducir de la dirección del Instituto. Prestar especial atención a la vigencia de la licencia de conducir del o de los conductores asignados. Durante el viaje:

  • 5. Es importante recordar que la velocidad máxima permitida para camionetas es de 110

km/h (ley nacional de tránsito Nº 24.449), incluso en autopistas, debiendo, además, adecuarse la marcha del vehículo a las condiciones del camino y del ambiente. La antigüedad de los vehículos de nuestro Instituto condiciona tanto el equipamiento de seguridad con el que los mismos están dotados, así como el estado de muchas de sus piezas y sistemas. Por ello, se recomienda enfáticamente circular a velocidades lo más bajas posibles, en especial en terrenos desparejos y/o deslizantes como lo son asfalto mojado, barro, arena, ripio o nieve. Incluso en asfalto seco, la ausencia sistemas de frenos ABS y control de estabilidad de las camionetas, más el alto despeje del suelo que poseen y los neumáticos de uso mixto con los que están equipadas, penalizan la adherencia y la direccionalidad, alargando las distancias de frenado y haciendo más dificultosas las maniobras evasivas, en relación a automóviles con bajo despeje al suelo, con sistemas electrónicos de seguridad y neumáticos para asfalto.

  • 6. La considerable cantidad de km que acumulan los vehículos del Instituto, amerita

cuidados específicos durante la conducción, respecto de vehículos con bajo kilometraje. El paso del tiempo, la exposición a los elementos y al calor generado durante su funcionamiento provoca un deterioro progresivo en la mayoría de las piezas, las cuales pueden averiarse sin dar claras señales previamente. Por ello, es necesario atender a los siguientes aspectos durante la conducción:

  • 6.1. Al circular, prestar atención a los indicadores de aguja/digitales y/o testigos

luminosos del instrumental del vehículo. Son de particular importancia los indicadores de color rojo, en especial los de presión de aceite y temperatura de refrigerante. En caso de quedar encendido alguno de ellos, detener la marcha inmediatamente y, de ser posible, contactar al seguro para pedir asistencia mecánica o acarreo. Si se insiste con hacer funcionar el motor bajo estas condiciones se provocarán daños de extrema gravedad, cuyos costos de reparación no podrán ser afrontados por el Instituto.

  • 6.2. Aun en la ausencia de testigos encendidos, se deben hacer revisiones periódicas de

los niveles de refrigerante y aceite de motor, siempre con el motor en frío y el vehículo en reposo sobre una superficie horizontal. Se insta a prestar atención a sonidos u olores extraños que puedan percibirse durante la marcha, y realizar inspecciones visuales al detenerse, tanto en la zona del motor como debajo del vehículo, en busca de fugas o otros desperfectos. Requieren especial atención las partes de los sistemas de refrigeración (radiadores, caños, receptáculos, tapas, mangueras y bridas, entre otros), y lubricación (cárter, retenes, juntas) del motor. Se debe prestar especial atención a fugas de refrigerante.

  • 6.3. En el caso de tener que reponer líquido al sistema de refrigeración de motor, nunca

hacerlo con agua natural. Usar únicamente agua destilada/desmineralizada y líquido refrigerante-anticongelante. La reposición debe hacerse con el motor en frío. Más allá de los riesgos de abrir el depósito con altas temperaturas, la adición de líquido frío en un motor caliente puede causar daños irreversibles al mismo.

  • 7. Más allá de las recomendaciones necesarias para poner en funcionamiento cualquier

vehículo en frío (particularmente no exigirlo hasta que el motor llegue a su temperatura óptima de funcionamiento), en el caso de aquellos equipados con turbo-compresor (Ford Ranger y NISSAN NP-300), es de vital importancia el cuidado de la turbina, particularmente en dos momentos clave: al arrancar y poner en marcha con el motor en frío, este no se debe revolucionar más allá de lo necesario para comenzar lentamente la marcha hasta que el motor llegue a temperaturas adecuadas de funcionamiento. Al detenerse, luego de que el motor se haya exigido y/o revolucionado, se debe dejar funcionando en ralentí o bajas revoluciones antes de apagarlo. Tomar este cuidado, especialmente, cuando luego de un viaje prolongado en ruta se detiene la marcha bruscamente, por ej. para cargar combustible.

  • 8. El combustible a cargar debe ser el gasoil (diesel) de mejor calidad en el mercado

(combustible premium (Euro VI). Siempre que sea posible realizar la carga en estaciones de bandera reconocida y observar atentamente que el playero emplee el combustible adecuado. El vertido de nafta en un motor diesel puede causar daños irreversibles al motor. En caso de que ocurriese el error, no encender el vehículo hasta que se haya limpiado correctamente el tanque, purgado el sistema y reemplazado el combustible.

  • 9. No conectar la doble tracción en terrenos no deslizantes como asfalto seco o similares,

ya que ello puede afectar cadenas y otras piezas de la transmisión. No conducir con la mano apoyada en la palanca de cambios ni reposar el pie sobre el embrague, ni siquiera en semáforos o detenciones de corta duración.

  • 10. Se recuerda respetar las normas viales provinciales, nacionales e internacionales

vigentes (el uso del cinturón de seguridad por todos los pasajeros, encendido de luces, respetar los límites de velocidad, entre otras.). En caso de que el vehículo/conductor sea sancionado con una multa por razones ajenas al estado de los vehículos, el responsable del viaje y/o sus acompañantes deberá hacerse cargo de la erogación que demande el pago de la sanción. La quemadura de lámparas de iluminación exterior en viaje no se pueden considerar fallas de mantenimiento. En caso de que se averíen en viaje deben ser repuestas.

Al finalizar el viaje

  • 1. Lavado de la carrocería y limpieza del interior del vehículo antes de la entrega. Si se

transitó por zonas de salares o barro, es necesario el lavado profundo del chasis para minimizar los efectos de la corrosión y futuras averías.

  • 2. En caso de detectar desperfectos o haber sufrido el vehículo daños de cualquier tipo

durante el uso, es obligación del usuario dejarlo asentado en el informe post-viaje. Los usuarios deben afrontar los siguientes costos: a. Canon de mantenimiento, pagadero en Secretaría IMBIV el PRIMER día hábil posterior al regreso; b. Reparación de neumáticos y reemplazo de lámparas en viaje; c. Viáticos del chofer (consultar escala de viáticos); d. Reposición de combustible y fluidos del vehículo consumidos en viaje. e. Lavado previo a entrega. f. Multas de las transgresiones incurridas durante el período de uso del vehículo.

IMPORTANTE:

● Los costos resultantes de fallas subjetivas de conducción (imprudencia o impericia), correrán por cuenta de los respectivos usuarios. En caso de incumplimiento de alguna de las normas me comprometo a resarcir los daños y afrontar los costos generados por mi accionar.

● El usuario que incumpla con lo establecido en el reglamento de Reservas será pasible de sanciones vinculadas al uso del vehículo y dispuestas por la dirección del IMBIV. Nota: NO se aprobarán reservas a usuarios deudores de canon, de reparación de daños ocasionados al vehículo por fallas de conducción o de informes.